Un día que Sulda estaba
muy dispuesto a trabajar
vino la lluvia y le dijo:
- De aquí tienes que arrancar.
Vino el viento y se escondió
en un árbol que allí había.
Luego al cielo preguntó:
- ¿Qué desorden hay arriba?
El día que le tocó subir
por la mágica escalera,
Recién entonces se dio cuenta,
del origen del problema.
A la memoria de Sergio Ruiz (Sulda)
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